jueves, 11 de octubre de 2012
martes, 22 de mayo de 2012
martes, 17 de abril de 2012
Crónicas por Japón. Parte 3
Tras la proyección está prevista una charla en la que hace de moderador Keijiro Suga (profesor universitario, poeta y traductor de nuestro cómic). Una velada agradable que finalizara con la firma de ejemplares y el contacto directo con los interesados lectores.
Francisco Sánchez
martes, 3 de abril de 2012
Crónicas por Japón. Parte 2
Tras el breve encuentro con Yoshinobu, cogemos el tren rumbo a Kioto. Aprovechamos el viaje para hacer algo de turismo por una de las ciudades más tradicionales de Japón, antes de regresar de nuevo a Tokio donde nos esperan cuatro intensos días de promoción.
Una de las primeras sensaciones que nos llama la atención, el silencio en el metro, nada que ver a lo que estamos acostumbrados por aquí.
De regreso a Tokio, Natacha olvida su mochila en una estación de Kioto, pese al sobresalto del primer momento,nos relajamos, no hay nada que temer estamos en Japón. Al cabo de una hora volvemos a recuperar la mochila con todo su contenido intacto (dinero incluido). Definitivamente esto no es España, aquí la gente va tranquila con los bolsos completamente abiertos y con carteras que sobresalen de forma escandalosa fuera de sus bolsillos.
Hemos vuelto relajados y con ganas de acción. Yoshinobu, con su característica amabilidad nos acompaña a la editorial que será nuestro campamento base en los próximos días. Lo primero ver unas pruebas de cubiertas
y repasar el programa previsto que se iría ampliando con el paso de los días.
Francisco Sánchez
miércoles, 28 de marzo de 2012
Crónicas por Japón. Parte 1
viernes, 2 de marzo de 2012
Una historia humana
fuera de control.
Lo primero que llamó poderosamente nuestra atención fue la imagen de Pripiat, la próspera ciudad que había albergado 47.000 habitantes, convertida ahora en ciudad fantasma donde la vegetación crece salvaje y parece amenazar con engullirla algún día.
Luego vendría la historia humana, aquellas gentes que de un día para otro se vieron obligadas a abandonar su hogar. Marcharon con el convencimiento de regresar al cabo de unos pocos días, pero era demasiado tarde... un enemigo del que desconocían su poder les había arrebatado todo cuanto tenían y estaba dispuesto a permanecer allí durante toda una eternidad. Después llegó la historia de los liquidadores, mano de obra encargada de hacer la limpieza y construcción del sarcófago que debía cubrir la Central. Hombres que se limitaron a cumplir órdenes sin tener conocimiento de a qué se enfrentaban y que terminarían convertidos muy a su pesar en héroes y mártires. Más de veinticinco años después tenemos la certeza de que nunca llegaremos a saber sus verdaderas repercusiones. Chernóbil no ha hecho más que empezar.
Francisco Sánchez